martes, 30 de septiembre de 2008

De vuelta de Minimadelia

Minimadelia era sobre todo una ilusión. Una oportunidad para conocer a los artistas que admiramos desde la pantalla del ordenador que derrochan creatividad y talento, talento que no se puede encorsetar en lo convencional y seguro de los circuitos comerciales. Una oportunidad para presentar nuestras piezas y encontrar público al que le guste y valore nuestro arte. Un arte que viene a refrescar con una visión totalmente nueva y personal el panorama actual. Una gran idea en definitiva, que movió a muchos artistas y les dio una inyección de ilusión. Pero tuvo un descuido demasiado importante como para ignorarlo, ya que afectó a mucha gente y a sus ilusiones: la falta de una publicidad adecuada y potente, lo cual hizo que el público que fue a Minimadelia fuera básicamente familiares y amigos de los asistentes. Hubo otros detalles, pero éste fue claramente el más grave. Esperemos que en las siguientes ediciones, si las hay, no se repita el mismo error.

Aparte de esto, el ambiente fue estupendo, la creatividad llenaba de color y energía ese recinto gris y el hecho de poder conocer en persona a todos esos diseñadores de los que tenemos el ordenador lleno de imágenes fue un regalo: los preciosos complementos de Mundogominola en su stand tan absolutamente personal y mágico, las encantadoras meiquiñas de MacusRomero, que podías visitar sobre el tejado de su propio universo, el saloncito lleno de casas, pájaros y plantas de los personajes de LadyDesidia, las casas encantadas de Bett, LichaSole que iluminaba en blanco y fucsia el recinto… todo un conjunto de mundos, todo un grupo de árboles que viven en medio del bosque y extienden sus ramas y enriquecen al mundo, tanto si el mundo les presta atención como si no.

Pero unos cuantos tuvimos la suerte de llevarnos un trocito de esos mundos…


Y en nuestro propio universo onírico (y perdonadme este juego de palabras tan obvio), quiero dar las gracias sobre todo, en nombre de Ónire, a Rafa, ya que sin él no habría podido construir nada, y a Noelia y Javi, que permanecieron incondicionalmente a nuestro lado viernes, sábado y domingo, y a Angels, por venir y quedarse hasta que Ónire cargó con sus propios sueños de vuelta a casa.

Y a todos los que se llevaron un poquito de nosotras, esperamos que nuestras piezas les acompañen en los momentos más felices!, ¡muchas gracias!.














1 comentario:

Unknown dijo...

HOla María!!! aquí estoy se me había traspapelado tu tarjeta pero más vale tarde q nunca y pude llegar a tu blog un gran saludo y ungusto conocerte en la feria!!