Te proponemos que
hagas una entrada en tu diario de aprendizaje
sobre alguno de estos encuentros de
las ediciones anteriores; comenta, por ejemplo, los aspectos más relevantes que
se han expresado y tu propia opinión sobre ellos.
Los dos webinars me han parecido muy interesantes,
especialmente porque vienen de personas con experiencia en el campo de la
educación y que han probado este tipo de metodología, tanto con proyectos más
grandes como con proyectos menos ambiciosos y complicados, y que aprenden con
la práctica y los errores.
En primer lugar, todos ellos cuentan con apoyos, ¿pero qué
ocurre si no eres de plantilla fija y cada año estás en un centro diferente?.
Hacer un proyecto de este tipo me parece muy complicado para un interino que
todos los años cambia de localización. Llegas al centro sin conocer a nadie, no
sabes si tu propuesta va a gustar o no, si otros profesores y el equipo
directivo te apoyarán o al menos no te pondrán trabas, no sabes cuál es el
ambiente entre los estudiantes. En los webinars habéis recalcado todos la
suerte que habéis tenido de contar con gente que os apoya, pero esto puede no
ocurrir. Y si no ocurre habláis de irles convenciendo poco a poco. Y un
interino poco puede adelantar si trabaja en este demostrarles que el método
funciona si al curso siguiente está en otro lado. Bajo mi punto de vista, no es
fácil llevar un proyecto así a la práctica si eres interino. Y si lo quieres
hacer, simplemente tienes que organizar uno que puedas llevar tú solo o
contando con pocos apoyos, sólo para contrarrestar la posibilidad de que cuando
llegues al centro que te toque, nadie quiera apuntarse. Por que hay una cosa en
la que no estoy de acuerdo: creo qu esí se puede hacer un proyecto así tú sólo,
siempre que los alumnos (y las familias si puede ser) quieran. Sólo hay que
medir las fuerzas y los apoyos externos que puedas tener, y tu experiencia
organizando este tipo de cosas.
Con apoyos mucho mejor, pero sólo con los alumnos como motor
también se puede hacer. No es para nada imposible.
Y sobre la evaluación y los comentarios sobre volver a ser
evaluado, en los que habéis reflexionado acerca de no ser tan duros y pensar en
las circunstancias de cada uno. Creo que evaluaciones como la coevaluación, el
peer to peer, el que se evalúen unos alumnos a otros, son útiles porque se
ponen en la piel del profesor y los alumos (o nosotros como alumnos) se dan
cuenta de que la evaluación no es un capricho, sino que hay que ser objetivos.
Y justos. Y puede mejorar el rendimiento al ser conscientes de cómo se evalúa.
Por otro lado:
Varios tipos de evaluación y varios tipos de aspectos
evaluables son necesarios por que también hay que evaluar el esfuerzo, cosa que
me parece fundamental para poder ser justos y para meter la variable de
“circunstancias especiales” que pueden haber complicado la vida a unos
estudiantes respecto de otros. Puedes haberte esforzado mucho, haber invertido
horas pero no haberte salido muy bien. Este esfuerzo se debe tener en cuenta.
No se evalúa sólo en base a un aspecto y sólo de una forma, sino que la
evaluación es suma de muchos aspectos, y si te has esforzado se notará en
alguno de ellos o incluso en todos aunque no sea perfecto. Y puedes haberte
tocado un pie en vez de trabajar, y esto también se va a notar en todos o en
muchos de los aspectos evaluables. Y no me parece mal dialogar con aquellos a
los que voy a suspender, para ver qué está pasando y si es un problema que se
pueda solucionar de alguna forma (y dialogaré al principio, pero si no veo evolución
durante el curso, ese alumno suspenderá. Eso sí, este diálogo me parece lo más
eficaz contra evaluaciones injustas, por que todos tenemos despistes, pero no
creo que un profesor sin vocación – que los hay- vaya a hacer este esfuerzo).
Pero no voy a mejorar la nota de nadie que no haya hecho intentos por superarse.
Por una sencilla razón: por que sería un agravio comparativo con aquellos
alumnos que SÍ hayan trabajado, se hayan esforzado y hayan intentado superarse
aunque el resultado no sea bueno. No quiero que esos alumnos piensen que su
esfuerzo, sus horas de trabajo, su tiempo restado a familia, amigos, ocio, no
merece la pena porque, total, van a aprobar por muy poco que hagan. Y entonces
pierdan la motivación por superarse.
Hay que enseñar responsabilidad, algo importantísimo que
cada vez es más difícil de enseñar. Y la responsabilidad implica que tus actos,
buenos o malos, tienen consecuencias.
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