Nuestra pequeña familia

Nuestra familia es de momento peludita. No hay nadie más feliz que ellos cuando te ven llegar y llenan nuestra vida de minutos tiernos y lametones alegres. Para ellos es este post, por que nos han robado el corazón...



Tico, el primero en llegar, regalo de cumpleaños de Rafa. ¡Sí que fué una gran sorpresa!. Y para mis padres también lo fue...

Porthos, nuestro primer perrito, el más cariñoso y el más glotón, y el más juguetón sin duda, aprovecha cualquier ocasión para tumbarse de espaldas exigiendo caricias...

Romy, su hermanita mayor. Una perrita con estilo, que mueve entusiasmada el rabito en cuanto le dices cualquier cosa e incluso sólo con mirarla...

Los dos hermanitos juntos...

Y ahora nuestros acogidos, que aún encontrándoles otra familia, siguen formando parte de la nuestra:

Leia, mi nenita, la más alegre y más revoltosa. Mi primer bebé, que se llevó una parte de mi con ella, para siempre. Con tristeza hemos de separarnos, más no con desesperación. ¡Mira!. No estamos sujetos para siempre a los confines del mundo, y del otro lado hay algo más que recuerdos. ¡Adios!.

Ésa es mi esperanza...



Indy, nuestro otro bebito, que resultó ser un galgo precioso y cariñosísimo. Ahora vive muy feliz con sus otros 2 hermanitos perros y sus ocho hermanitos gatos en casa de Eva y Carlo, haciendo de las suyas con cara de no haber roto un plato...





Y finalmente Tot, el pequeño abuelete ansioso que no se despega de tí y que aprendió tanto de Porthos. La artrosis hacía que separara las articulaciones del cuerpo y así su pecho formaba el dibujo de un gran corazón cuando se quedaba de pie mirándote con sus ojazos...

¡¡Gracias pequeños!!.